Artesanía Aymara

ARTESANIA AYMARA

Las huellas de los pueblos originarios se manifiestan de diferentes formas. Ya sea en vestigios arquitectónicos, arte rupestre y artesanía. Una forma de conocer el pasado, es un puente que permanece hasta nuestros días. Redescubrir por medio de colores, formas y texturas, un mundo que se pierde en los tiempos y aún se las arregla para llegar hasta nuestros días, a través de la tradición y herencia familiar.

La infancia de Julia Cañari, fue entre alpacas y llamas, telares y lanas, adquiriendo de su antepasados, el conocimiento de un arte que se traspasa de generación en generación. Nacida en una familia de tejedoras, también se encarga de entregar sus conocimientos a sus descendientes, perpetuando esta manifestación de arte ancestral.
Aquel conocimiento fue adquirido en su infancia, junto a su madre y abuela, tejiendo con palos de ñakola, una planta medicinal altiplanica. Así, mientras pastoreaban el ganado, fue adentrándose al mundo de las formas y colores. Lo que más tarde la llevaría a tejer finas prendas como charpe, guantes, vestidos, chalecos, gorros y ponchos, valorados por turistas y visitantes de Chile y el mundo.

Julia Cañari, llevo su arte más allá de las fronteras del altiplano. Gracias al apoyo de Pro-Chile, envío a Bélgica y Estados Unidos, sus productos fabricados con fibra de alpaca. Siendo muy bien recibidos por los amantes y conocedores de la artesanía de los pueblos ancestrales.

Putre Wiñay Marka, el vocablo aymara que significa “Pueblo Eterno”, es el nombre del establecimiento y productos artesanales que elabora Julia Cañari. Heredera de un arte que nace y prolonga en el tiempo, recogiendo el sentido más puro de la artesanía aymará.

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